Te recomendamos que mantengas tu hora de despertarte lo más regular posible, tanto entre semana como durante los fines de semana. 


No obstante, una vez hayas entendido mejor tu sueño y sus necesidades, serás capaz de ser un poco más flexible sin que eso afecte a tus noches. 


Pero para ser flexible, antes debes seguir una regla básica: no alteres tu tiempo total de sueño despertándote más de 1 hora / 1 y media más tarde, aunque tengas la oportunidad de hacerlo.


Si eso te cuesta, puedes intentar adaptarte con los siguientes trucos: 

- Intenta despertarte a tu hora habitual, aunque te acuestes un poco más tarde esa noche. Lo importante es que vayas a la cama cuando tengas sueño. 

- En esos días más duros, permítete levantarte un poco más tarde durante los fines de semana (de 30 minutos a 1 hora si estás en la fase de restricción de sueño. Luego, puedes llegar a incrementarlo hasta 1 hora y media).


Si haces eso, es posible que tardes más en sentirte cansado y somnoliento por la noche. Pero recuerda esperar a tener los primeros indicios de sueño antes de ir a la cama, aunque eso signifique tener una noche más corta (pero mas eficiente).