El objetivo de la terapia de restricción de sueño es la de asegurarnos una mayor correlación entre el tiempo que real que pasas dormido y el tiempo que pasas en la cama.
Esto te permite tener una mayor presión del sueño para que, cuando vayas a dormir, concilies el sueño rápidamente y consigas mantenerte dormido durante toda la noche. Sin tener que dar más vueltas en la cama ni tener que soportar más despertares nocturnos.
Es la técnica más conocida y eficaz para mejorar la calidad y regularidad de nuestro sueño por encima de la cantidad. Por ello, si no pasas por ella, las probabilidades de ver resultados rápidos y duraderos disminuyen, ya que entonces tus necesidades reales serán más difíciles de identificar.
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